Tres Milagros Eucarísticos en Argentina

Estos Milagros Eucarísticos ocurrieron en la Parroquia de Santa María en Buenos Aires, en 1992, 1994 y en 1996.

 

 

El 15 de agosto de 1996, una persona que estaba comulgando en la parroquia de Santa María, cuando fue a Comulgar, la Hostia se le cayó de la mano y como considera que la Hostia está sucia, no la recoge.

 

Una persona que lo vio, le dijo al Sacerdote Alejandro Pezet, lo que había ocurrido. Y el Sacerdote pone la Hostia en un recipiente con agua, y la deposita  en el Sagrario, a la espera que se disolviera.

 

A los diez días, el Sacerdote la va a ver y contempla que la Hostia tiene manchas rojizas que en los siguientes días se extiende por toda la Hostia.

 

El Cardenal Jorge Mario Bergoglio , le pidió al Doctor Ricardo Castañon realizar una investigación  sobre lo ocurrido el 15 de agosto de 1996.

 

El Doctor Ricardo Castañon en el 2001 acudió con las muestras al Doctor Linoli que identificó células blancas y dijo que era muy probable  que las muestras correspondieran al tejido del corazón.

 

En el 2002 se envió las muestra al Doctor John Walker, en Australia, que confirmó que las muestras tenían células musculares y glóbulos blancos intactos y todos saben que los glóbulos blancos, 15 minutos después de estar fuera de nuestro cuerpo, se desintegran y en esta caso ya habían pasado 6 años.

 

En el año 2004, el doctor Ricardo contactó con el Dr. Frederick Zugibe y le pidió evaluar una muestra, sin decirle nada acerca de la muestra o de su origen.

 

El Dr, Frederic Zugibe, un cardiólogo y patólogo forense, confirmó que la muestra correspondía al músculo del corazón, al miocardio,  concretamente al ventrículo izquierdo y que el paciente al que pertenecía había sufrido mucho porque presentaba trombos, que indicaban que en algunos momentos no había podido respirar por falta de oxígeno y cada aspiración había sido muy dolorosa, además el corazón presentaba una actividad dinámica (viva) cuando se había llevado al laboratorio, ya que se habían encontrado glóbulos blancos intactos, que transporta sólo la sangre, esto confirmaba que la muestra latía.